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guillermo rospigliosi

Las creencias

Las creencias son el conjunto de conclusiones personales que consideramos verdaderas y que determinan la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el mundo. Las creencias nos hacen sentir la vida de un modo personal, único e irrepetible.

Son esos comentarios internos que comprometen nuestro sentimiento y que rumiamos con insistencia en nuestra mente. Estos sentimientos y emociones comentados pueden ser acerca de hechos cotidianos o universales, y son los que revelan la interpretación que damos a los hechos que suceden a nuestro alrededor.

Las creencias son la crónica que nos relatamos a nosotros mismos sobre la historia de nuestra vida, y lo que este relato nos hace sentir, se convierte en nuestra vida. Las creencias son un tipo de sentimiento especial. Es por eso que nuestro monólogo mental orquestado en torno a la interpretación de lo que hemos visto y escuchado de pequeños, nos provoca vivos sentimientos que experimentamos como verdades que resuenan en nuestro interior y no admiten réplica, hasta que las conocemos.

creencias

Estas “verdades” aceptadas en la infancia, terminan por convertirse en nuestro sistema de creencias, y éste sistema gobierna nuestra existencia hasta que tomamos conciencia de ello y optamos por provocar cambios y mejoras.

Nuestros sentimientos son el fiel reflejo de nuestras creencias. Sentimos todo el día: alegría, tristeza, rechazo, aceptación, pereza, entusiasmo y un largo etcétera. Estos sentimientos, apoyados en emociones, determinan el modo como nos relacionamos con nuestra familia, amigos, trabajo y entorno en general. Las reacciones que tenemos ante la vida para bien y para mal, están determinadas por nuestras creencias. A veces estas creencias son tan fuertes y están tan arraigadas que llegamos a pensar que somos así y que es imposible modificar nuestras costumbres.

Su influencia en nuestra vida

Las creencias son la base de todo lo que sentimos, de todo lo que experimentamos y su influencia es determinante en nuestro destino. Las creencias nos son transmitidas a una edad tempranísima y se manifiestan en nuestra vida familiar, en la escuela, en el trabajo, en las amistades que elegimos y en las decisiones que tomamos. Son el soporte de todo lo que atraemos y dejamos de atraer. Al resultarnos tan familiares, ni siquiera se nos ocurre que podemos cambiarlas sencillamente porque ignoramos que están ahí.

Es importante tener en cuenta que es poco constructivo, además de inútil, culpabilizar a quienes nos han influido con sus creencias erróneas. Los adultos que nos criaron lo hicieron de la única manera que supieron hacerlo y en la mayoría de los casos lo mejor que pudieron dada su historia personal, su educación y el momento que vivían mientras los criaban.

Tu sistema de creencias lo tienes instalado en tu subconsciente desde tu infancia, ahora que eres el adulto en tu vida, te corresponde resolverlo para evitar que esos sentimientos convertidos en creencias gobiernen tu vida. Conocer las creencias que nos habitan y elegir con cuáles decidimos vivir, es el inicio de nuestro cambio personal y él único que lo puede hacer eres tú mismo.

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